sábado, 3 de mayo de 2014

Berberis vulgaris L. subsp. seroi O. Bolòs & Vigo

 
 

Descripción: Berberis vulgaris, conocida vulgarmente como Agracejo, es un arbusto espinoso que no supera los 2 m de altura. Las fuertes espinas son habitualmente de tres puntas. Las hojas de esta subespecie son enteras con 1-9 dientes a cada lado. Las flores, amarillas, se agrupan en racimos colgantes. Los frutos son una baya alargada, de 8-10 mm de largo, de color rojo vivo o negro-azulado y cubierta de una cera blanco-azulada como en las ciruelas, es de sabor ácido.

Hábitat y distribución: Forma parte de la orla espinosa que bordea encinares o pinares en áreas frescas de montaña y también en setos junto a carreteras como en este caso. La especie se distribuye por Asia, Europa y África, siendo la subespecie seroi un endemismo de las montañas del cuadrante Nordeste de la Península Ibérica.

Florece de Abril a Junio.

Usos y virtudes: A las hojas, frutos y sobre todo la raíz se les atribuyen numerosas acciones: antiespasmódica, antipirética, citostática, citotóxica, colagoga, colerética, eupéptica, hipotensora, laxante y refrescante.

Con los frutos se preparan jarabes y refrescos que servían antiguamente para apagar la sed en estados febriles; son muy agradables, de sabor agridulce; con ellos también se han preparado helados y confituras; son ligeramente laxantes.

La raíz y la corteza de los tallos gozan de propiedades tónica y febrífuga que se debe al alcaloide berberina, el cual es algo tóxico y sirve también para bajar la tensión arterial y para estimular el intestino; se usó también para tratar las afecciones hepáticas. Por tener una estructura similar a la morfina se ha empleado en ocasiones para desintoxicar a los morfinómanos.

Es planta melífera.

La raíz adquiere un intenso color amarillo al herirla y ha sido utilizada para teñir de este color cueros y lanas, para lo que se suele macerar en lejía; también se han utilizado con el mismo fin las flores.

Se ha utilizado en jardinería por ser muy adecuada para formar setos.

Al agracejo lo parasita el hongo Puccinia graminis productor de la roya de los cereales, por lo que durante un tiempo se tendió a eliminar al agracejo para erradicar esta plaga, cosa que se demostró inútil, pues la roya es capaz de propagarse igualmente.

Fotografías: Abril 2014, en Nuévalos con Juán Pisco. Canon PowerShot A620.

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